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Hemos visto a lo largo del año pasado muchísimos televisores con tecnología LED, la cual nos sorprendió bastante con su llegada. Las grandes marcas se hicieron de oro con la venta de estos productos a ese precio, pero desde hace mucho se está trabajando con la tecnología OLED. Y para entenderla, explicaremos brevemente en lo que consiste.
La principal característica que nos trae esta tecnología, es que disminuye el grosor del televisor, el consumo y mejora la calidad gráfica del mismo. La base de las pantallas OLED es un diódo orgánico de emisión de luz (Organic Light-Emitting Diode) que genera y emite luz por sí mismo.
Como sabemos, en los LED, lo que se ilumina es el panel del televisor, pero los televisores OLED no necesitan ser iluminados porque producen luz ellos mismos, por lo tanto no necesitan ninguna fuente de luz trasera para que veamos alguna imagen.
Esto hace que las pantallas OLED puedan tener un grosor imposible, como es el caso de Samsung, que hizo una pantalla de 0,5 mm de grosor. El futuro de las nuevas pantallas está más cerca de lo que creémos. La tecnología OLED tiene como meta salir favorablemente al mercado en el año 2010, de forma que se comercialice por todos sitios. Aunque el precio es el único inconveniente, ya que una pantalla de unas 40 pulgadas puede ascender a los 4.900 €.

Dentro de un plazo de tiempo considerable, bajarán sus precios y podremos tener con normalidad estos televisores en nuestros hogares. Muchos ordenadores y teléfonos móviles ya tienen pantallas OLED, y se ha comprobado que hay pantallas transparentes (con un 70% de transparencia) en la que podemos ver lo que hay detrás del monitor. Estas pantallas también son flexibles, lo cual nos da ventaja a la hora de llevarlo de un lugar a otro, incluso a la hora de guardarlo.

Esperemos que el precio se estabilice pronto, porque más de uno ya desea tener pantallas OLED en cada objeto, ya sea en su televisor, teléfono móvil, portátil, gadget y un largo etcétera. Después de la tecnología OLED, ¿qué vendrá?